lunes, 18 de marzo de 2013

SE INAGURA ESTA  SECCIÓN DE:

¡CUENTOS CORTOS Y MICRORRELATOS PARA SENTIR!
!ANIMAROS¡

(los 1º enviados por Felipe)

El día en que la luna tuvo sabor y melodía

            Las gotas de lluvia de este día gris y somnoliento se irradian en el espejo de cuerpo entero de mi armario. Diminutas gotas atléticas compiten entre ellas por llegar al marco de abajo de mi ventana verde. Carrera baldía que no tiene pódium, ni himnos, ni medallas.

            Al fondo del patio de mi casa, que es particular, adivino la sombra con olor a tortilla de patata de mi vecina que prepara cena, con cariño y cebolla.

            Pasan ante mí, imágenes del pasado reciente, que se esconden detrás del perchero, donde cuelgo mi abrigo nuevo. De las entrañas de mi ordenador nacen bemoles, escalas y sostenidos; que se juntan, agitan, baten y sacuden para germinar de nuevo en forma de “Réquiem” de Mozart, que llena mis oídos y envuelve mi alma. Grandioso Mozart.

            La tortilla amarilla y reluciente abandona su caliente cuna y se eleva más allá de las nubes donde busca crecer y decrecer cada veintiocho días.

            Las barrigas de los hijos de la vecina entonan el réquiem a la cena desaparecida; y las gotas de lluvia, ajenas a todo, hacen carreras de vallas sobre cadáveres de mosquitos.
            Felipe




SUEÑOS QUE VIVIÓ

Era un día de invierno.



Él suele pasear por el Centro Comercial; donde los de su edad, con mirada cansada, charlan de otros tiempos y de lo ‘mala’ que está la vida; entre tiendas con nombres en inglés y música que tergiversa las ideas. Allí no hace frío.



Ese día, llegando a su Plaza en el Barrio del Oeste, notó que rejuvenecía: sus piernas eran ligeras, sus entradas fueron flequillo rebelde, sus ojos vivarachos. Había pasado por la tienda infantil donde comprara barquillos a dos reales.



Bajo las estrellas que nacían, no sintió frío ni calor. Solo paz.



Felipe.

 ------------------------------------------------------------

                                                                       
Estoy ahi,
en la brisa que acaricia tu cara,
en la suavidad de la arena de la playa,
en la gota de agua del océano,
en el aroma de las flores,
en lo salado de una lágrima,
en el alboroto de una risa.
Estoy ahi,

en lo infinito, en el presente, en la nada,
en el resplandor de la luna llena,
en la puesta de sol de un atardecer,
en el silencio de una noche estrellada,
en los acordes producidos por una guitarra,
en el canto alegre de un fado.
Estoy ahi.
                                                                                                                    Carmen Alonso.

sábado, 16 de marzo de 2013


¡QUÉ  DISFRUTÉIS!

 En la última sesión del club hablamos sobre las tertulias de escritura creativa de la Casa de las Conchas.

Aquí está el vídeo que os comentamos. 
No está recitada la poesía pero si cantada por Fernando Maés.
El autor de la letra de la canción que es el escritor Raúl Vacas me ha prometido que nos mandará el vídeo donde él recita la poesía y que está encantado de que nos interese enlazar sus escritos.





COMENTARIOS BREVES SOBRE LOS LIBROS QUE VAMOS LEYENDO.
¡ANIMAROS!



 "El Principito"
Carmen Alonso dice:
Solo el corazón se puede ver bien, lo esencial es invisible para los ojos.
Miremos desde el corazón, con compasión y amor, sin juicio.
Sentimientos de: Vulnerabilidad, tristeza, ironia, sarcasmo a la vida.
Ada dice:
Opino que es libro especial, que con el paso de los años, su lectura se hace más interesante. Bueno quizás se mira y se siente de otra forma. A mí me gustó hace muchos años (lo leí también en Francés) y ahora leyéndolo de nuevo me llena de nostalgia e ilusión. Siento que:
"Todos tenemos un Principito en nuestro interior que espera  que nuestros ojos de adultos miren y lean en lo más profundo de nuestro corazón y  saquen el entusiasmo y la inocencia del niño/a que un día fuimos". 

Felipe dice:
Siento que el Principito es, ante todo, un buscador de sueños, que visita almas de gentes diferentes y anhela encontrar y encontrarse. Como tú y como yo...

 Pues bien, creo que este párrafo lo define a la perfección.

Sé que en algún lugar del mundo, existe una Rosa única, distinta de todas las demás rosas, una cuya delicadeza, candor e inocencia, harán despertar de su letargo a mi alma, mi corazón y mis riñones. A esa rosa, donde quiera que esté, dedico este trabajo, con la esperanza de hallarla algún día, o de dejarme hallar por ella. Sólo con el corazón se puede ver bien. Lo esencial es invisible para los ojos ~ "El Principito" ~ Antoine de Saint-Exupéry

Lola Ferrer dice:
Mi frase para el blog:

El principito: "El genio del conocimiento encarnado en un niño príncipe"

Un abrazo

Juanjo Garcia dice:
 Saint-Exupéry, al final de su vida, en el 1943 un año antes de su muerte, en un mundo convulso capaz de los más horrendos crímenes, logró no sólo, escribir una gran obra literaria que rezuma imaginación y belleza de estilo por todos sus poros, sino también, como diría Nietzsche, llegar a la plenitud de su madurez como persona al escribir y sentir como un niño, esencia de la inocencia: juega, ríe, se asusta, se excita, se aburre, adivina intenciones, es astuto, quizás no comprenda, pero... nunca JUZGA porque nunca abandona el éxtasis del presente, porque el tiempo del juego es el AHORA.

jueves, 14 de marzo de 2013


Nos lo ha enviado Karlos. ¡Gracias!
NOS HARÁ REFLEXIONAR, ¡SEGURO!


Y uno aprende

Después de un tiempo,
uno aprende la sutil diferencia
entre sostener una mano
y encadenar un alma.

Y uno aprende
que el amor no significa acostarse
y una compañía no significa seguridad.

Y uno empieza a aprender...
Que los besos no son contratos
y los regalos no son promesas.
Y uno empieza a aceptar sus derrotas
con la cabeza alta y los ojos abiertos.

Y uno aprende a construir
todos sus caminos en el hoy,
porque el terreno de mañana
es demasiado inseguro para planes...
Y los futuros tienen una forma de caerse en la mitad.

Y después de un tiempo
uno aprende que si es demasiado,
hasta el calorcito del sol quema.

Así es que uno planta su propio jardín
y decora su propia alma,
en lugar de esperar a que alguien le traiga flores.

Y uno aprende que realmente puede aguantar,
que uno realmente es fuerte,
que uno realmente vale,
uno aprende y aprende...

Y con cada día uno aprende...
(Atribuido a Jorge Luis Borges)


Lo Que He Aprendido De La Vida…

He aprendid
He aprendido que puede requerir años para construir la confianza y únicamente segundos para destruirla.
He aprendido que lo que verdaderamente cuenta en la vida, no son las cosas que tengo alrededor sino las personas que tengo alrededor.
He aprendido que lo más importante no es lo que me sucede sino lo que hago al respecto.
He aprendido que hay cosas que puedo hacer en un instante que ocasionan dolor durante toda la vida.
He aprendido que es importante practicar para convertirme en la persona que yo quiero ser.
He aprendido que es muchísimo más fácil reaccionar que pensar…y más satisfactorio pensar que reaccionar.
He aprendido que siempre debo despedirme de las personas que amo con palabras amorosas; podría ser la última vez que los veo.
He aprendido que puedo llegar mucho más lejos de lo que pensé posible.
He aprendido que soy responsable de lo que hago, cualquiera que sea el sentimiento que tenga.
He aprendido que, o controlo mis actitudes o ellas me controlarán a mi.
He aprendido que aprender a perdonar requiere mucha práctica.
He aprendido que por bueno que sea el buen amigo, tarde o temprano me voy a sentir lastimado por él y debo saber perdonarlo por ello.
He aprendido que no siempre es suficiente ser perdonado por los otros; a veces tengo que perdonarme a mi mismo.
He aprendido que por más apasionada que sea la relación en un principio, la pasión se desvanece y algo más debe tomar su lugar.
He aprendido que con los amigos podemos hacer cualquier cosa –o no hacer nada– y tener el mejor de los momentos.
He aprendido que simplemente porque alguien no me ama de la manera en que yo quisiera, no significa que no me ama a su manera.
He aprendido que la madurez tiene más que ver con las experiencias que he tenido y aquello que he aprendido de ellas, que con el número de años cumplidos.
He aprendido que la verdadera amistad –y el verdadero amor– continúan creciendo a pesar de las distancias.