domingo, 19 de enero de 2014

Nuestro compañero Fernando sigue deleitándonos con sus escritos. ¡Gracias Fernando, el Blog cobra vida con tus escritos!






NO ME LLAMES ASESINO

(Escrito por Fernando Jarrín).

Entre las felicitaciones de navidades llegó la llamada de Luis apodado el perrero.
Luis es hombre de pueblo soltero, amante de la caza, por lo que en su casa siempre hubo un espacio para sus perros, y entre ellos galgos con los que cazaba con el apoyo de una yegua para ver las carreras de sus galgos.

Con cerca de 90 años sigue cazando, este ejercicio seguro que tiene mucho que ver en como se encuentra hoy.
Pobres animalitos que dirían otros, no podría practicar otro deporte?

Pero lo caza no es solo un ejercicio, la caza supone para el cazador una estimulación de todos sus sentidos:

La vista con la que divisará a lo lejos sus piezas entre ellas el vuelo de una perdiz y sobre todo donde toma tierra.
El oído, todas sus presas emiten sonidos que lo ponen alerta.
La jornada no es nada agradable, el 90% se compone de caminatas y al ser en invierno, el frío, la humedad... aparte del esfuerzo que supone perseguir a sus piezas por lo agreste del paisaje, subir montes, andar por terrenos de labranza donde las botas se hunden hasta el tobillo, o lo pesado que supone caminar al calzarse unas botas de goma para protegerse del rocio

Todas estas calamidades hacen que aquellos que no sienten la pasión de nuestro ancestros, aquellos que la caza no era un hobby sino un tú a tú con lo que le permitía sobrevivir o morir cuando era máximo el peligro a que exponía su vida.
Sí la caza no es para todos, se llega a casa más cansado que un día duro de trabajo, y en tiempos ancestrales esta falta de actitudes suponía la muerte.

Basta de presentaciones, vivimos en otra época, ahora la caza no es necesaria para vivir con un cierta dignidad, ahora no hace falta la entrada de carne vía piezas, pero no hace mucho que era un regalo para el ama de casa o para una amistad.

Pobres animalitos, tienen que soportar los domingos y festivos de Noviembre, Diciembre y parte de Enero, el resto del año el hombre cambia de bando y ahora solo son sus tierras las que ofrece para que se alimenten las piezas.
Los zorros y demás depredadores viven gracias a las piezas de caza (palomas, perdices, codornices, conejos, liebres..etc) todo el año.

Vale ya de hablar bien de aquellos que se esfuerzan por mantener un espacio para que se dé la caza, pagando cotos, licencias de armas y todo el armamento.
Son asesinos premeditados, el hombre debería ser herbívoro. todos los animales deberían vivir en paz con el hombre.
Que hay de realidad en estas palabras. Nuestros ancestros aún cuando cambiaban su asentamiento en busca de caza y se volvieron sedentarios, no dejaron a los animales, que domesticaron para que les ayudaran y les sirvieran de alimento.

Qué hay de los herbívoros, el hombre se alimenta de la vida de los demás. Una lechuga se arranca de la tierra y sin preocuparse si esta viva o muerta, la condimentamos y para dentro, y que hablar de las legumbres, las hormigas les mutilan la parte reproductora para que el hormiguero no se convierta en un un huerto improvisado.
Nosotros ni eso, van a la hoya y los devoramos sin más.
Se podría decir que como las llenas, se comen a sus presas antes de darles muerte.
Si un garbanzo, una alubia o cualquier legumbre la metiéramos en un vaso de cristal con tierra y la regáramos, veríamos como surge la vida del interior de ellas.

No se cual de los dos merece ser condenado(los omnívoros o los herbívoros). No se si es propio de cualquier época, pero el hombre necesita tener convicciones de que su paso por la tierra es algo positivo para la tierra y para sus habitantes.
Si es la manera de dar muerte a un animal lo que nos preocupa, que debemos pensar de las cámaras que almacenan los vegetales que luego nos comeremos.
¿Donde está el sufrimiento? Ya se... en aquello que el cariñó es posible, entonces si una persona vegetariana se alimentara de lo que produce su propio huerto, plantara y cuidara de su huerto, regando, abonando y todas las tareas de un hortelano
¿sufriría en cada mordisco que le da a la escarola?