Gomo y Nipa
Gomo y Nipa nos proveyeron de un cerebro muy parecido al
suyo, podríamos decir a su imagen y semejanza, y el cuerpo mucho menos
avanzado
lo reforzaron con un repuesto casi para cada una de las funciones que tiene que realizar, así tenemos dos manos, dos pies, dos
piernas, dos brazos, dos oidos, dos ojos, dos pulmones, dos riñones dos...
También dotaron de cabeza y cuerpo a los animales, pero con unas
diferencias muy claras, el cuerpo tendría funciones que en el hombre
no existen, y estas funciones serán la primera inspiración para
estimular un cerebro que apenas se utiliza más que para procesar imagen
y
audio. Así el hombre deseo volar, deseo nadar, deseo... todo esto su cerebro se lo daría algún día.
El animal con un cerebro cargado con todo lo
necesario para sobrevivir y con muy poca capacidad de aprendizaje, el
hombre totalmente
distinto, parte de un cerebro sin apenas
información, para poder comenzar de cero y enriquecerlo de los
conocimientos que vaya seleccionando en su vida, así como los
conocimientos que otros aportaron antes de que su cuerpo dijera basta.
Esta razón de ser así se debe a que Gomo y Nipa
crearon el cuerpo del hombre como un el cohete que sostiene la capsula
(la cabeza) para
que esta adquiera conocimientos y se desarrolle tecnológicamente hasta que el cerebro llegue a un uso mayor del 90%
Pero en este peregrinaje el hombre debía
evolucionar y encontrar el camino para que los pecados capitales
lujuria,pereza,gula,ira, envidia
avaricia y soberbia
desaparezcan y se convierta en un ser listo para ser uno más de los que
se sentara en la mesa donde se toman las decisiones sobre el equilibrio
del universo.
Los pilares con los que se acota la vida del hombre: La inspiración, La soledad y la religión.
La
inspiración como el canal directo por el que llegan al cerebro
soluciones inimaginable por el hombre, provenientes de Gomo y Nipa y le
permiten avanzar en la historia en situaciones en las que se teme por su
desaparición
La soledad como el agujero negro del que todo hombre se aleja y se
encuentra con la compañía de su pareja decidiendo perpetuar la especie
como el antídoto a este mal
La religión como lo coartada
perfecta para que el hombre siempre que se enfrente con lo inexplicable
encuentre el amparo de un Dios que
lo creo a su imagen y semejanza, permitiendo así que los
avistamientos no sean más que pruebas de alguna superpotencia, en vez de
la de personarse in situ para comprobar de primera mano, como el hombre
se desarolla según sus planes.
Fernando Jarrín.