NUEVA ENTREGA DE NUESTRO COMPAÑERO FERNANDO.
Gomo y Nipa ya tienen todo dispuesto, sus últimas pruebas han sido satisfactorias, han creado el marco para
obtener una relación duradera para la vida.
El proyecto ya está en manos de la OCVI (ORGANIZACION PARA CONSERVACIÓN DE LA VIDA)..., esta vez tienen la certeza de
conseguir el visto bueno.
Llevan años con este proyecto coordinándolo con Viz y Lera que son los encargados de crear el sistema solar como
lo conocemos, con sus órbitas, planetas, satélites y sobre todo el sol.
Para la OCVI es una decisión difícil, como entregar a una hija en esponsales. Aceptan pero con un contrato
de matrimonio lleno de clapsulas.
1.- El hombre nuca puede cuestionar su voluntad.
2.- El hombre nunca se puede creer dueño de ella
3.- El hombre no puede enjuicirla.
4.- Nunca se sabe cuando llega y cuando se va.
Al nacer es como si la nueva vida fuera una prolongación de la vida de su progenitor, y al morir el progenitor
aparece el sentimiento contrario, como si al buscar y no encontrar a su verdadero dueño... se quiere ir.
La cadena alimenticia siempre fue un gran escollo a salvar, sacrificar la vida de los demás no deja de ser canibalismo
aunque pertenezcan a otra especie inferior. El tratado era claro, la vida no se instalaría para siembre en aquellos
que la destruyan.
Así tenemos árboles que cuentan con la misma edad que las momias de Egipto, pero los árboles están vivos y con ganas
de cumplir otros 4000 años. Al verse privados de movilidad y alimentarse directamente de la tierra, la vida los ha
tratado muy bien y disfruta con su compañía
El hombre y la vida forman una pareja temporal, ya que el hombre es infiel por naturaleza.
Gomo y Nipa esperan que su proyecto conozca el alcance de la vida y dedique tiempo a conocerla, un día deberán de
llevarse muy bien, pero eso está a muchos siglos.
Al hombre le espera un camino muy largo, primero luchará por sobrevivir a cualquier coste, más tarde le atraerá
la vida animal y creará lazos entre ellos. El siguiente pasó encontrará la manera de alimentarse sin destruir
otra vida.
